Ella era una buena persona, no se metía con nadie, muy bien con sus hijos. Una buena madre y una buena vecina, trabajadora también. Ella paraba en su trabajo y venía aquí explotada de su trabajo para estar con sus hijos y así. Nunca se metió con nadie tampoco”, dijo una residente.
Según la joven, la hoy fallecida al momento del suceso se trasladó hasta la casa de una de las vecinas en busca de ayuda. “Ella se trasladó hasta la casa que está aquí de una vecina y ahí fue que le dieron un poco de auxilio”.
La mujer, laboraba en el área de limpieza de un negocio de comida.
Asimismo, alegó que la forma en como ocurrieron los hechos la han dejado indignada e anonadada
“Nos sentimos mal porque imagínense es una vecina de uno, quien dice casi mente como familia, entonces, en realidad nos sentimos muy mal por esa pérdida”, subrayó la entrevistada.
En el mismo ambiente, la esposa del seguridad fallecido en el hecho, Altagracia Valdez María Marmolejos, con voz afligida y ojos llorosos afirmó que tenía con su pareja 23 años de matrimonio.
Lo definió como un alma de Dios que no tenía conflictos con nadie y aseguró que todos le querían.
También, recordó que habló con su esposo por última vez alrededor de las 1:00 pm y pasada solo una hora, había muerto en manos de Carlos Julio Campusano Arias.

«Yo me siento mal, mis hijos están destrozados, mis hijos no pueden. Yo no sé que va a pasar después de esto. Yo le pido a Dios que me de mucha fuerza para aguantarlo», relató la mujer con lágrimas en sus ojos.

De su lado, un amigo y compañero del seguridad, sostuvo estar impactado por lo sucedido.

«Tenemos que ponernos en oración, en mano de Dios, estamos mirando que el enemigo está arrastrando principalmente con los hombres con el celo, no sabiendo que el celo es parte de satanás», certificó.

Por Inocencio Encarnación

Egresado de O&M de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo. Con mas de 10 años de experiencia como periodista en diferentes medios