Entre quejidos insoportables en una cama tendida y abandonada a su suerte pasa sus días doña, Ana Bello de 81 años de edad, quien ha llegado a la vejez sola y sin familia en medio de un drama desolador y deprimente’ ya que su única compañía en el ocaso de su vida es la soledad, luego dedicar los mejores años de su vida a trabajar afanosamente en casa familia, donde se desvaneció su juventud, de la mujer que entrego su vida al trabajo duro y servicial y que hoy pocos conocen su realidad, mientras permace sumida en el olvido y la mirada indiferente de un de un sistema social que garantiza pocos y que niega, derechos fundamentales, como la salud y otras conquistas establecidas en la Constitución y las leyes adjetivas no aplicadas que atentan contra la dignidad humana debido a que no les da prioridad.
Ante este paranora de indignación de condiciones infrahumanas en el nunca imagino les tocaría vivir a este mejer en la calle 11 del sector Miraflores de Santiago, vecinos que se han convertido en su familia lamentan la situación tétrica de la anciana a la que ofrecen mano amiga con el cuidado de su deteriorada salud y compartiendo sus alimentos como gesto de solidaridad, al tiempo que solicitan al ministerio de salud pública acudir a la barriada para tratar la mujer afectada por miasis.
Envuelta en una sábana y sumergida en un dolor profundo y en un delirio constante, sus familiares más cercanos sus vecinos tratan de consolar, a Ana Bello la cual dicen en medio de su enfermedad ha sufrido el peso el rechazo de las autoridades de salud, quienes cuentan han indiferente a su situación.
«Aqui han venido cuatro médicos y personal de sanida la miraron y ni siquiera la destaparon para ver que tenía y nos dijeron que les pongan criolina porque no pudian hacer nada y luego se fueron ahí mismo, la llevamos al hospital de seguro social y no la quisieron atender, ni un vaso de agua les dieron, además fuimos a otros centros de salud y tampoco la atendieron yo no entiendo como es que anda este país una mujer que no tiene familia y vive sola» reaccionó indignada, Paula sosa.
«El amor al prójimo constituye unas de las acciones más nobles del ser humano, pero con el pasar de los años se siente el desbarajuste que sufre la sociedad en caso como este, queremos una obra de caridad hasta el último día que tenga de vida doña Ana Bello, por lo pedimos a salud pública su ayuda» dijo Julián Santos