El reverendo padre Domingo Legua Rudilla criticó a algunos servidores públicos que hacen que “una diligencia, por insignificante que sea” suponga una perdida de tiempo y energía.
Durante la séptima palabra correspondiente a la frase “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, indicó que al buscar informaciones en servicios públicos le dicen “Aquí no es, vaya a otra oficina. El director no está, venga usted más tarde. Se cayó el sistema, vuelva usted mañana, etcétera”.
Además, recalcó que hay mucha gente que está desenfocada en la vida y no sabe ni guardar distancias ni estar en el sitio que les corresponde.
El reverendo también habló de la importancia de saber estar donde le corresponde a cada quien. Y que, en su caso, ha visto a políticos perdidos.
“Muchas veces he visto a papás y mamás perdidos, profesores, industriales perdidos, sacerdotes perdidos, políticos perdidos, yo mismo en alguna ocasión me he perdido”, señaló en el último sermón.
Aunque dijo que el mal se da más a conocer que el bien, también señaló que hay cada vez “más personas conscientes y enfocadas, no solo en sus respectivas profesiones, sino fuera de sus horarios laborables para atender a pobres y desvalidos en cualquier otra actividad altruista que hacen con autentico servicio”.