«Yo me siento mal, mis hijos están destrozados, mis hijos no pueden. Yo no sé que va a pasar después de esto. Yo le pido a Dios que me de mucha fuerza para aguantarlo», relató la mujer con lágrimas en sus ojos.
De su lado, un amigo y compañero del seguridad, sostuvo estar impactado por lo sucedido.
«Tenemos que ponernos en oración, en mano de Dios, estamos mirando que el enemigo está arrastrando principalmente con los hombres con el celo, no sabiendo que el celo es parte de satanás», certificó.