La abogada izquierdista Dina Boluarte juró este miércoles ante el pleno del Congreso como la primera presidenta de la historia de Perú, tras la destitución por el Parlamento de Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.
Boluarte, quien era vicepresidenta de Castillo, juró «por Dios, la patria y la Constitución» y dijo que asume «de acuerdo con la Constitución Política del Perú, desde este momento y hasta el 28 de julio de 2026», cuando debe cumplir el actual período de Gobierno.
Añadió que entre sus compromisos estará «defender» la soberanía nacional y que «cumplirá y hará cumplir» la Constitución y las leyes de su país.
«Antes que política, soy una ciudadana y madre peruana, que tiene pleno conocimiento de la alta responsabilidad que la historia pone en mis hombros», sostuvo antes de afirmar que «se ha producido un intento de golpe de Estado promovido» por Castillo.
Invocó, por ese motivo, a «un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas» nacionales y solicitó una tregua política para poder combatir a la corrupción.
A la ceremonia, celebrada en el hemiciclo legislativo, acudieron congresistas y otras altas autoridades de los poderes del Estado y de las Fuerzas Armadas, que fueron ovacionados por haber anunciado que respetarían la sucesión constitucional en el país.
Previamente, el presidente del Legislativo, José Williams, informó que, a partir de la destitución de Castillo, se activaba la sucesión presidencial y convocó a una sesión del pleno para que Boluarte jurara como la primera mujer en asumir la presidencia peruana en 200 años de vida republicana del país
Al inicio de esa ceremonia, y de acuerdo con el protocolo, Williams recibió la banda presidencial por unos minutos y luego invitó a Boluarte a ingresar al hemiciclo para jurar al cargo.
Castillo fue destituido este miércoles por el Congreso luego de anunciar que disolvía temporalmente el Congreso e iba a instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia (destitución) en su contra para apartarlo de la jefatura del Estado.
Tras la sorpresa y conmoción inicial causado por esta decisión, Boluarte manifestó en Twitter su rechazo al «quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso».
«Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley», enfatizó.
La vicepresidenta, de 60 años, también fue hasta la semana pasada ministra de Desarrollo e Inclusión Social, tras lo cual comunicó su decisión de alejarse del gabinete de ministros.